17 marzo 2007

I

A quienes no volvieron, y a los idiotas


Ella nananeaba como si estuviera en un mundo que no era este. Le hemos dado la medicina tal cual como lo indicó el médico. Y a mi me gustaba mirarla cuando parecía irse, incluso a veces quería irme con ella, pero era imposible, de alguna manera a mi sí me gustaba estar entre el ruido de este mundo. Nos preocupa su futuro, es una mujer inteligente y amable, y suponemos que el tratamiento le ayudará a no dejar sus obligaciones. Una vez le pregunté dónde estaba en esos momentos, y respondió "aquí", mirándome a los ojos y sonriendo de una manera tal que llegué a pensar que era feliz. ¿Internarla?, perdóneme, pero ella no está loca, sí es cierto que a veces nos sorprende con algunos ataques de abulia, pero son sólo momentos. Podíamos estar minutos en silencio frente a un vaso de cerveza, y conversar luego, largamente, de lo que nadie conversaba en esos días. Para nosotros no es fácil tomar esta decisión, quizás ni ella esté de acuerdo, siempre ha sido responsable en sus trabajos y no creemos que sea lo más apropiado. También comentábamos las noticias del día y siempre terminaba diciendo "todas estas enfermedades son producto de la telaraña que ellos tejen", y luego comenzaba a nananear nuevamente, melancólicamente, eternamente. ¿Y cuánto tiempo sería?, esto parece un infierno, ya no sabemos qué hacer, y déjeme decirle que si aceptamos esta decisión es solamente porque la desesperación nos tiene enfermos, usted no sabe el dolor que sentimos cuando ella no nos habla. Odiaba el encierro, los deberes la ponían de mal humor, intenté explicarle en algún momento que aquí las cosas tenían que ser así porque de otro modo todo andaría desorganizado, pero le bastaba una frase para echar todo mi discurso abajo; siempre quise besarla en esos momentos, pero no me atreví. Dígale que mañana vendremos en el horario de visita... y que la queremos mucho. Te quiero, le dije, una y otra vez cuando tuvo que irse, yo no estaba de acuerdo, pero yo no era nadie, sólo era un simple idiota.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

podría acotar todo lo que se me ocurre...tal vez lo haga...
hay mucho que hemos hablado...no crees?? bueno también eso es poco cuando uno piensa todo lo que no ha dicho o pensado...de todos modos aunque sea un granitooo de arena...es uno valioso:)
me gusto mucho mucho este cuento... es como si leyera los escritos de alguien que dejó de ser un aprendiz...:) eso es muy bueno, pero sé que hay más aquí y reconozco no sólo una rebeldía que se abre aquí, como una queja al mundo...sino otra, más particular...más Claulina...
el nananeo...

:))

ya me siento hablando como en clave morse entonces mejor conversamos en vivo y en directo...
te quiero mucho...y como texto literario ...este me encantó...
y un buuuuuuu a todos los idiotas...
pero como ayer hablamos...aún se puede ser más idiota así que...hay que trabajar en eso (para on serlo más po)...
recuerda averiguar!
te quiero mucho...
tu amiga
Angely*

Daniel dijo...

De verdad, que me parecio un exceletne texto intrinsicamente rebelde o revelde como el momento que estas pasando tu
pero la manera en que interceptan los dialogos subjetivos la narracion de la historia le somete a una vivificacion que es sorprendente en un texto tan pequeño
siempre cuando leo estas cosas me dan ganas de hacer una novela conjunta con esa persona que la escribio... pero todos sabemos que esas cosas son imposibles, porque ahora los literatos estamos llenos de vanidad no como esos que escribieron la biblia y otros libros... que eran varios autores pero que preferian ser uno
te felicito

Anónimo dijo...

weon miserable

es todo lo que se me viene a la cabeza, quiza me recuerde a un mi...


percibi claramente "les problèmes de la folie", quiza pasado a psicologia...


mmm

el texto
bueno y miserable
osea miserable el tipo
cobarde y fuerte
el texto claro (cuando digo fuerte...)



saludos literata(?)
psicoloca de riñon
^^

Daniel dijo...

Yo siempre he creido que porque no pudimos estar solos, buscamos otra soledad... entiendes?
en realidad nunca dejamos de estar solos... el momento en que nos sentimos realmente entendios... es cuando recien comienzan a entendernos... pero despues la otra persona se confunde, nosotros tambien y dejamos de entendernos...
no hay nada mas complementario que dos soledades complementarias...
creo yo...

Claudia Curimil Hernández dijo...

daniel, explícales a nuestro público que tu comentario anterior es una respuesta a un comentario mío...
si no, vamos a empezar a desentendernos todos...
y sí, estoy de acuerdo con aquello

Maximiliano dijo...

No me dijiste que era nananear. Supongo que debe ser como cuando uno dice "na na na na na na". Apuesto a que todo depende del nananeo, aunque no quieras reconocerlo.