05 junio 2007

Detalles

La inteligencia
podrá maquillar, una y otra vez,
nuestras cobardías.
Pero llegará la mañana
en que amaneceremos profundamente
idiotas.
Y quizás entonces,
tomemos - valientemente-
la decisión de ser felices

7 comentarios:

Anónimo dijo...

estoy molesta!!.ja

esperando volver ser una idiota

Anónimo dijo...

raciocinio y emoción. cómo conjugarlos. es difícil no hacerle más caso a uno que al otro.

para ser feliz hay que estar dispuesto a perder. o quizá desprenderse sencillamente...

no me dieron ganas de analizar la escritura, me dejé llevar por el mensaje.

saludos.

Taita de ocho dijo...

Hay algo raro entre maquillar y tomar decisiones...
La felicidad es la que se maquilla, creo...¿y los idiotas?
Uff...en la mañana, al medio día, al atardecer y en la noche....

Saludos.

metomoestespacio dijo...

me ha gustado, compañera.
saludos.

metomoestespacio dijo...

pollo.
soy la pollo

Maximiliano dijo...

Lindo.
Solo que esas mañanas en las que amanecemos profundamente idiotas, son esas mañanas en que amanecemos con caña. Y en vez de tomar decisiones vamos a buscar un poco de agua y nos volvemos a acostar.

Alfonso Waits dijo...

Eso de la inteligencia a veces me aburre y hace querer escaparme a la locura.