Los pirúlogos tienen un lenguaje muy extraño. Los estudiantes de pirulogía conviven y leen los mismos bloris, almuerzan juntos, conversan mayormente de las frenicias humanas, y son fáciles de reconocer porque utilizan las mismas muletillas en sus surdiscos. Se ha comprobado que estas muletillas se constituyen por la influencia de surdiscos de famosos autores. De los bloris y las reuniones que mantienen con pirúlogos mayores, adquieren el conocimiento para lizanar la realidad, y sobre todo, la realidad humana.
Los pirúlogos que además se interesan en la quipotíla advierten que sus estudios están dirigidos hacia la liberación, y que para ésto no se debe dejar de pensar la tiléctica de manera tiléctica en tanto que la tiléctica siempre mantiene una tiléctica con sí misma. Se reúnen en asambleas en que muchas veces dejan de ser pirúlogos y se transforman en verdaderos quipotílos.
Pero hay unos pirúlogos todavía más especiales, los pirutístas, éstos se reconocen porque se animan hablando de las munfisías, los falofilos y la angustia. Se reunen con pirutístas mayores y lizanan bloris y textos.
Otros pirúlogos se ríen de los pirutístas y prefieren dedicarse a lo concreto: las murulencias afectivas, identificar los casquimbos y diferenciar bien entre casquimbos truginos o xubires. Otros prefieren olvidarse un rato de la pirulogía y se dedican a cantar, a cuidar la tierra, a bailar, y ver películas.
A pesar de su lenguaje extraño, los pirúlogos no son tan peligrosos, algunos son inseguros, otros no tienen la paciencia que se espera de un pirúlogo o una pirúloga. No son serios ni correctos ni equilibrados como se cree, algunos bailan eufóricos y borrachos, otros son escandalosamente sensibles, incluso algunos reniegan de la pirulogía.
Otra manera de reconocerlos, es escuchar sus bromas, son muy fomes, siempre están relacionadas con fermedades, o con trastornos tirónicos; los pirutístas elaboran sus chistes gracias a la falofilia.
No se sabe bien qué hubo en la vida de estas especies para que terminaran como tal, las historias clínicas muestran un alto índice de exploración en sí mismo, y una fuerte atracción hacia especies que no se comportan como ellos pero que tienen algún parecido con ellos.
Nuestros avances en el estudio de los pirúlogos indican que cada vez hay más pirúlogos, lo que es desfavorable, ya que nuestra lucha es por su extinción.-
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Hace 2 años.