03 mayo 2008

Te digo, Ernesto,
la revolución se quedó hermosa en tus ojos
Nadie ha vuelto a hablar desde allí

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola Clau. Me parece muy buena esa reflexión. Cualquiera de estos días hurtaré algunos textos tuyos para mi blog, te parece?

En este caso el pecado del hurto estaría plenamente justificado... me pongo el parche antes de la herida, no sea que tu blog lo lea también algún representante de la ley... Cariños
Lu