17 mayo 2008

VII



La soledad siempre es una entrada hacia la locura. En estos tiempos, muchos se llaman a sí mismo locos, pero no saben nada del extravío. Salirse de los horarios, salirse de los espacios, salirse de todos los rieles y mirar hacia otro lugar. Una criatura que atravesada por el tiempo, el espacio, y el lenguaje, revienta. El hilo de la razón triturado por los dientes de un mundo intolerable. La soledad siempre es una entrada hacia la locura, los locos son aquellos que están solos en una imagen, en un sonido, en una voz, en una sensación, en un recuerdo que real o no, siempre es verdadero. Feliz o dolorosamente verdadero.

- Ella tenía la mirada fija en la muralla, y de pronto sus ojos se llenaron de miedo, yo miré hacia la muralla y no vi más que una muralla. Ambas estábamos en ese cuarto, pero cada una, completamente sola.



La libertad sólo existe en la locura. En la más tierna infancia. En una desmedida borrachera. No se soporta la locura, como no se soporta la anarquía, como no se soporta a un borracho gritando la verdad. Al borracho se manda a acostar, al anarco se detiene, al loco se encierra, al niño se le hace cariño o se castiga o se abandona. La soledad siempre es una entrada hacia la locura.


- ¿Dónde estás?
- Lejos

1 comentario:

Daniel dijo...

Lejos

que buena!
que cierto cara de lluvia