24 noviembre 2008

(s/t)

Madre, padre:
me confieso frágil como el latido de un animal agónico,
sensible y vulnerable como una hoja
para siempre en otoño


Me confieso terriblemente intranquila
porque no me basta lo que me dicen,

porque siempre necesito ver el revés

me declaro anarquista
como un niño con sus propios sonidos para llamar las cosas

y me declaro insensata,
completamente tonta
para las nuevas necesidades.

Declaro que mi urgencia, mi única urgencia
es proteger la ternura:
la única arma
para la única guerra

2 comentarios:

drfloyd dijo...

esto promete

otrosí dijo...

la única arma para la única guerra

es el mejor poema que he leído hoy, y eso que he leído 3 más, que son fabulosos. ¿por qué es el mejor? porque estoy de acuerdo, y entonces deja de ser "poema" y pasa a ser una ventana para la acción. no puerta, sino ventana; ésa es la verdadera manera de salir, de entrar en lo abierto.

oye, anda pa la u, pa que hagamos la banda!